Trabajar con masa puede ser complicado, especialmente cuando se vuelve pegajosa y difícil de manipular. Aquí te contamos cómo puedes evitar que la masa se pegue y lograr la textura perfecta para tus proyectos de repostería.
1. Utilice la harina adecuada
El tipo de harina que uses afecta la consistencia de la masa. La harina de pan, con su mayor contenido de proteínas, absorbe más líquido y crea una masa más firme. Si la masa se siente pegajosa, cambia a harina de pan o agrega más harina gradualmente hasta obtener la textura adecuada.
2. Añade la harina poco a poco
Al mezclar la masa, agregue la harina poco a poco. Comience con la cantidad recomendada y agregue más según sea necesario. La adición gradual de harina garantizará que la masa no se seque demasiado, lo que le ayudará a mantener la consistencia ideal.
3. Enfriar la masa
Enfríe la masa si se vuelve demasiado pegajosa, especialmente si es una masa a base de mantequilla, como la de repostería. Refrigérela durante 30 minutos para que se endurezca. La masa fría es más fácil de manipular y es menos probable que se pegue a las manos o a la superficie de trabajo.
4. Utilice papel pergamino o tapetes de silicona
En lugar de enharinar la superficie de trabajo, utilice papel de pergamino o una estera de silicona para hornear. Estas superficies antiadherentes facilitan el estirado y la formación de la masa sin agregar harina adicional, que podría alterar su textura.
5. Lubrique sus manos y herramientas con aceite
Si la masa aún está pegajosa, engrase ligeramente sus manos o el rodillo. Esto evitará que la masa se pegue y será más fácil de manipular sin cambiar la textura de la masa.
6. Amasar adecuadamente
Amasar demasiado puede hacer que la masa quede pegajosa. Amasar la masa hasta que quede suave y elástica. Amasar en exceso puede agregar humedad y hacer que sea más difícil de manipular.
7. No agregue demasiado líquido
La medición precisa de los líquidos es esencial. Demasiado líquido puede hacer que la masa quede pegajosa. Si la masa está demasiado húmeda, ajústela añadiendo pequeñas cantidades de harina hasta lograr la consistencia adecuada.
8. Utilice un raspador de masa
Una espátula para masa es una herramienta excelente para masas pegajosas. Te ayuda a levantar, doblar y dar forma a la masa sin que se pegue a tus manos, lo que hace que el proceso sea más limpio y eficiente.